El fallido galleta de Estado del 23 de febrero de 1981, que comenzó con la toma del Congreso de los Diputados y terminó con la independencia de los parlamentarios, puso en cuerdo expansión la democracia española. Mientras Tejero y sus hombres mantenían como rehenes a los diputados, el Rey, desde su sucursal, intentaba tener lugar al milicia y precaver las fuerzas civiles. En ámbito, un complejo bastidor adonde Milans y Armada movían los hilos. Al contribución del tablado, España entera vivía pendiente de la radiodifusión y la televisión. "23F" es la bulo de tres golpes: el de Milans, el de Armada y el de Tejero. El guantada fracasa cuando Tejero empieza a saber que ha sido deteriorado.